Buscate y no te encontrarás

No se trata de disolver el Yo sino de darse cuenta de que en realidad no existe. En esta reflexión veremos cómo.

Vicens Castellano

3/24/20254 min read

¿Qué es la consciencia de la unidad sino la percepción del territorio real, sin fronteras? Esto es autoevidente desde cierta perspectiva, pero resulta complejo de realizar y escapa a muchos. El problema se origina en el lenguaje, que es de por si limitante. Cierra tu mano en un puño. ¿Qué ves? Un puño. Abre la mano ¿dónde está el puño? Has creado algo, un puño, pero lo has creado con el lenguaje ¿lo ves?

En la consciencia de la unidad no hay fronteras, y sobre todo no existe la frontera entre el Yo, y el No-Yo... pero en el lenguaje todo son fronteras. Esta frontera primaria entre lo que uno cree que es, y todo lo demás, esta frontera entre el Yo, y el No-Yo, vela la realización de nuestra verdadera naturaleza.

Esta frontera toma muchas formas que tienen en común la ilusión de que por un lado está uno, y por el otro todo lo demás. Que existe separación entre lo que soy y el resto del mundo, entre Yo y lo otro, entre el mi mismo, y la otridad. Por un lado estoy yo que pienso, siento, veo, escucho... y por otro lado está lo que No-soy, todo lo demás, el mundo de los objetos ahí a fuera, separados de mi.

En la consciencia de la unidad esta frontera se desvanece y uno mismo se extiende al todo, de manera que lo que uno es es lo que es. Lo que es es y no hay algo que "no sea". Si tomamos por verdadera esta frontera entre Yo y el Universo no podremos realizar nuestra verdadera naturaleza y no obstante no se trata de que eliminemos esa frontera por más lógico que eso nos pueda resultar, sino más bien se trata de que nos demos cuenta de que esa frontera es ilusoria e inexistente. La separación entre tu Yo y tu No-Yo es un espejismo. Veámoslo juntos.

Vamos a buscar la sensación de ser un Yo separado para ver si realmente encontramos algo ahí. Todos tenemos esa sensación de ser algo separado de nuestras sensaciones, experiencias y del mundo que nos rodea. Por un lado está la sensación del mundo a mi alrededor y por otro lado la sensación de ser un ente en ese mundo. Pero eso que considero que es algo "ahí a fuera" es exactamente lo mismo que considero que es mi Yo subjetivo. No existe una separación real entre el objeto y el sujeto, entre el experimentador y el mundo experimentado, lo puede parecer, pero no es real.

La sensación puede aparecer como muy real y es extraño pensar en ello de esta forma, pero veámoslo en detalle. Uno considera evidente que es el sujeto que escucha los sonidos que escucha, que ve las imágenes que ve, y que piensa los pensamientos que piensa, pero ¿existe en realidad un observador, eso que es observado y el hecho de observar? Tenemos tres conceptos ¿verdad? Pero ¿son reales? Mirémoslo al revés: ¿Existe un observador sin algo que observar? ¿Existe el observar sin el observador? ¿Existe lo observado sin el acto de observación? ¿Tienen existencia por sí mismos estos conceptos o son tres aspectos de una misma cosa?

Como señala Ken Wilber "Es como describir una corriente de agua como la corriente que hace correr el agua que corre".

Si mientras lees esto te sientes ligeramente desconcertado, si dudas, si te sorprende ¿puedes encontrar a un Yo que se desconcierta, duda o se sorprende, o solamente hay desconcierto, duda y sorpresa? Lo que sientes es lo que es. No hay un pensador y algo que se piensa, el pensador es lo pensado. Lo que existe en tu experiencia es la duda, por ejemplo, no hay un Yo separado de la duda, hay duda. No hay un Yo separado del pensamiento por un lado y el pensamiento por otro. Son lo mismo.

Fíjate que si hubiera un pensador que pensase "Estoy confundido", por ejemplo, y por otro lado un pensamiento de confusión ¿no debería existir también un pensador que pensase al pensador que está confundido? ¿Y no nos llevaría eso a necesitar un pensador más que fuese quien piensa en el pensador que piensa que está confundido? Eso generaría una serie ilimitada de pensadores. No. Más bien lo que hay, si lo atiendes completamente y te libras de las presuposiciones, es el pensamiento de confusión. Eso es lo que eres. No eres un pensador que piensa en que está confundido. No hay separación entre el pensador y lo pensado. Una vez más, no hay por un lado un Yo y por otro lado un No-Yo.

Si percibes que en el fondo de ti sigues siendo un Yo separado, ¿puedes también percibir un perceptor que perciba esa percepción? Lo que llamas "un perceptor que percibe la separación" es en sí mismo otra percepción ¿lo ves? La sensación íntima de ser un Yo que tiene sensaciones no es más que otra sensación. El "perceptor" no es más que otra sensación presente, igual que el pensador no es más que otro pensamiento. No hay ningún perceptor que sea diferente de aquello que se percibe. Lo que percibes como un Yo separado es una percepción. ¿Ves la ilusión?

Lo que esto implica es que no hay una separación de hecho entre tu y el Universo que experimentas. Si tu eres tus experiencias también eres el mundo así experimentado. La sensación que consideras tu "Yo" y la sensación que consideras "el mundo" son la misma sensación. El sujeto interior y el objeto exterior son dos formas de llamar a la misma sensación, y esto no es algo que debas "lograr", no es algo que esté accesible para ti después de mucho "esfuerzo", mucho "empeño", mucho "crecimiento personal", esto es algo que está aquí ya, es lo que percibes, ya eres lo que eres. Tu estado presente es la conciencia de la Unidad. No es necesario destruir el "Yo separado" por que no existe en realidad, es ilusorio y si lo buscas no lo encontrarás.

vC