Sin opuestos

Exploremos juntos tu experiencia no-dual.

Vicens Castellano

6/12/20245 min read

En la realidad no existen los opuestos, aunque a veces pueda parecer que la realidad se presenta en una dualidad. Esto es solo una perspectiva específica. Vamos a explorarlo juntos. ¿No es cierto que todo está incluido en este campo de experiencia que tienes en este momento?

Antes de hablar sobre si tienes algún tipo de experiencia o sobre si eres consciente de algo, independientemente del contenido que tome, ya existe ese campo de conciencia. Lo que sientes y vivencias aparece en este espacio experiencial. Por ejemplo, cuando sientes alegría o tristeza, ambas emociones surgen en el mismo espacio de conciencia. Aunque la mente tienda a dividir y separar, creando la sensación de dualidad, de que hay algo externo que se percibe internamente, si observas tu experiencia directa de manera sincera y próxima, ¿encuentras algo fuera de tu experiencia? ¿Estás tú aquí y la experiencia allí? ¿O todo lo que aparece, incluido cualquier concepto que tengas de ti mismo, aparece en este campo de conciencia?

Atendiendo a tu experiencia directa, ¿puedes encontrar una separación real en tu conciencia, o solo hay separaciones conceptuales? No aceptes lo que digo, obsérvalo tú directamente. Imagina que estás sentado en un parque, escuchando los sonidos de los pájaros y el viento. ¿Puedes realmente separar el sonido del canto del pájaro de tu experiencia de escucharlo?

Este campo de experiencia es donde suceden todos los fenómenos de tu vida, todo aparece aquí. ¿Dónde más podría aparecer? Este sentir, experimentar y vivenciar es la totalidad de tu realidad. No digo que tu experiencia particular sea todo lo que existe, digo que lo que experimentas, lo que vives, es toda tu realidad y tú, la experiencia que tienes de ti mismo, apareces en esa realidad.

En este continuo experiencial sin división, toda experiencia es una expresión inseparable de cómo la totalidad se experimenta a sí misma. Por ejemplo, el acto de respirar y sentir el aire fresco en tus pulmones es una experiencia que abarca tanto la sensación física como la percepción consciente de la respiración. Por lo tanto, podemos considerar que no hay experiencias menores porque cualquier experiencia es la totalidad. Obsérvalo tú mismo.

¿Cuántas realidades encuentras? En tu experiencia hay una sola realidad. No tiene fin, no termina, no para, no tiene principio. Cada aspecto de la experiencia parece único y se presenta en un abanico de cualidades especial, y cada aparición de esa totalidad indivisible del campo de la experiencia es una forma especial en la que ese campo se conoce a sí mismo.

¿Qué queda cuando los opuestos que aparecen a nivel conceptual son dejados a un lado? ¿Qué permanece inalterable? Es ese continuo en la experiencia, ese campo.

La información de nuestros sentidos, lo que vemos, olemos, tocamos e incluso lo que pensamos, son sinónimos de experimentar. Si te digo que escuches esta música, te estoy diciendo que tengas la experiencia de escuchar, es como si te dijera: "Sé consciente de esta música". Así que escuchar y ser consciente es el mismo fenómeno y no puedes separar el hecho de escuchar del sonido. El sonido está hecho de escuchar, y escuchar está hecho de conciencia.

Creemos que tenemos que buscar una determinada experiencia no-dual, cierta iluminación, pero está aquí y es esto que ya estás experimentando, es esto de lo que todo está hecho. En este campo de experiencia, cada pequeño dato sensorial no es un pedazo de un todo, sino que es la totalidad. Por ejemplo, cuando disfrutas del sabor de una fruta, ese sabor es una manifestación completa de tu campo de experiencia en ese momento.

¿Qué aparece ahora mismo en tu experiencia? Observa lo que está aquí en este momento. ¿Qué incluye tu experiencia ahora? Cuando aparece un sonido, no aparece independientemente; los sonidos son el campo experiencial expresándose y experimentándose a sí mismo. Un sonido y la conciencia que lo percibe no son dos procesos distintos, son el mismo movimiento. Por ejemplo, el sonido de un coche pasando por la calle y tu percepción de ese sonido ocurren simultáneamente como un único fenómeno.

Cuando ves algo, ¿puedes separarte a ti del ver? ¿Puede haber separación entre ver y lo que es visto? ¿Dónde está la frontera que limita la conciencia y el "otro lado"? ¿La puedes encontrar? Este lado no está en la conciencia, es tu conciencia. No hay alguien que ve en un lado y lo que es visto en otro.

Desde un punto de vista determinado, ambos aparecen simultáneamente como un mismo proceso indivisible en la experiencia. Cada color, cada forma, cada textura, cada pequeño movimiento es la manifestación del campo de experiencia visual.

¿Qué hueles ahora? Al igual que el sonido y la vista, los olores están totalmente incluidos. Cada aroma, sin importar lo que diga la narrativa, es una expresión del campo de la experiencia. Quien percibe el aroma y el aroma percibido no son dos cosas separadas. ¿Puedes, con tu experiencia directa, percibir una separación entre ambos? Oler es una experiencia. Por ejemplo, el olor de una flor y tu percepción de ese olor son inseparables. ¿Puede existir esa experiencia sin la conciencia que la permite y la forma?

Comas o no comas, hay un sabor en tu boca. Obsérvalo. Esto que saboreas está ahí y forma tu experiencia.

Y también hay sensaciones. Están aquí presentes, tal vez agradables, tal vez no, pero cada una de ellas es el campo de experiencia manifestándose como tu cuerpo. Piensa en la sensación de calor del sol en tu piel, es una experiencia completa que incluye tanto la sensación física como la percepción consciente de esa sensación.

Y también hay pensamientos sostenidos por esta inclusividad radical de la conciencia. Tanto el pensamiento más horrendo como el más sublime son sostenidos en igualdad por la conciencia. No importa lo que tu narrativa explique ni lo que te cuente la mente, todo pensamiento está incluido: pensamientos sobre el futuro, memorias del pasado, todo emerge de este campo de conciencia y es sostenido por él.

Tus experiencias son expresiones de la totalidad. No intentamos luchar contra la idea de ti mismo, sino ver lo que realmente es un concepto. No eres tú, está hecho de lo que tú eres, pero tú no estás hecho de él. El sentimiento de ser tú mismo está hecho de lo que realmente eres, pero tú no estás hecho de la idea de ti mismo y no te define.

En tu experiencia directa no hay una dicotomía entre sujeto y objeto. No estás separado de nada, así que no hay necesidad de seguir buscando, no hay ningún estado que alcanzar, solo esta danza infinita con el hecho de experimentar, sin jerarquías ni niveles. Un momento de meditación profunda no es necesariamente mejor ni más elevado que fregar los platos, ni es más significativo.

Este campo de la experiencia no prefiere un estado por encima de otro, sino que más bien trasciende toda dualidad. Así que, sin importar lo que estés experimentando ahora mismo, lo que encuentras no es un evento aislado, sino la experiencia dinámica y siempre cambiante de lo que eres, esta inclusividad radical.